6º día

24/7/2010

Víspera de Santiago, las fiestas patronales de Gáldar. Hoy esta ciudad se convertirá en un hervidero de gente y mañana incluso más.
Mis fuerzas crecen día a día.
Hoy me he levantado mejor de la gripe y de los problemas respiratorios; los remedios caseros y homeopáticos que me están trayendo están haciendo efecto. Incluso el frío ha remitido, no llueve, no hace demasiado viento.
En unas horas llegarán otros activistas, "los primos" de "Está bueno ya", nuestro grupo de performances. Hoy hacemos una reunión para organizar la acción de mañana.
Sí, mañana domingo, día de Santiago, Año Santo Jacobeo 2010 habrá peregrinación desde varios puntos de dentro y fuera de la esta islita, Gran Canaria, hasta aquí, Gáldar, y este será el punto de encuentro de muchos peregrinos.
Tenemos previsto hacer una concentración a las 5 de la tarde en la plaza, frente a la iglesia. El cura ha estado estos día viniendo a verme. Le comenté lo del domingo. Hace mucho tiempo que no voy a misa, hace mucho tiempo que no sé qué pensar de "los templos y de los hijos de Dios", pero sea como sea, toda persona que se ha acercado a verme en estos días, que ha mostrado un mínimo de humanidad y me ha inspirado un mínimo de fuerza, merece todos mis respetos, mi amistad y mi agradecimiento. Ya sea albañil, médico, cura, político... ah, políticos no... porque creo recordar que no son muy numerosos los que se han pasado por aquí...
Pase lo que pase siento que ya he conseguido mi objetivo y que ya puedo cerrar esta etapa con este ser. Me voy cargada de cosas en esta súperexperiencia.
"Momo", este librito de... me viene continuamente a la cabeza en estos días. Lo estoy leyendo, queremos montar una obra de teatro infantil basándonos en él. Además, en esta situación en la que estoy, la gente viene a escucharme, pero me doy cuenta de que sobre todo necesitan que se les escuche. Yo he puesto mis oídos y ellos me regalan sus historias. Está claro que los hombres grises han pasado por aquí y han cogido de víctima a este señor. Lo veo en su cara. Ha puesto su tiempo en la cuenta de ahorros de los hombres grises y él mismo se ha vuelto ceniciento.
"Dos hombres miran tras las rejas, uno solo ve barro, el otro ve estrellas."
Yo veo estrellas, ¿tú qué ves, Angelito?
Las tormentas y la lluvia pueden enriquecer la vida, todo depende de cómo las vea uno.
Y esta experiencia-tormenta está siendo muy enriquecedora.
Toda nube tiene un borde plateado.
Ahora mismo me siento inmensamente feliz.
Gracias, vida.